Estirando el Alma en el Verano
by Bishop Joensen | July 17, 2025
Pidiendo disculpas a George Gershwin, estamos en verano y la vida puede ser o no ser fácil. Mucho depende de nuestra familia y situación laboral, así como los hábitos y estilos de vida que adoptamos. Pero aún así con las tareas y compromisos que inevitablemente prevalecen sobre nosotros, en este mes que celebramos la independencia de nuestra nación, se nos recuerda que es la responsabilidad de personas de fe como nosotros el poder ejercer nuestra libertad y ser más creativos y disciplinados al buscar nuestros momentos de santo reposos en donde dejamos que nuestras almas se relajen.
El Espíritu de Dios nos llama más allá de lo que nos lleva hacia el ajetreo y la productividad que nos dan satisfacción, pero que a la vez nos deja exhaustos y agotados. Nos asombramos con el mundo que nos rodea, contemplamos los momentos de la belleza y del poder de la naturaleza – que a la vez puede ser en veces terrible. Ya sea que nos invadan los aromas de las carnes que se asan a nuestro alrededor, saboreamos más aún las conversaciones acentuadas por el silencio y las risas con amigos y seres queridos en donde no debatimos nuestros puntos de vista ni caemos en el común denominador del chisme y detracciones.
Abrimos nuestros corazones a la Fuente de Vida, al Autor de la Creación en cuya imagen hemos sido creados. El día de descanso del Señor el séptimo día se nos concede, pero no para que caigamos en una semi consciencia pasiva (¡aunque soy un ferviente creyente de las pequeñas siestas!) o un adormecimiento selectivo, sino para que nos refresquemos, nos rectifiquemos, restaurados en vida y motivados a la alabanza y agradecimiento por el simple hecho de que somos las únicas criaturas que buscan el corazón mismo de Dios. Josef Pieper, el filósofo alemán Tomista católico, en su clásico, Descanso: La Base de la Cultura, captura este tipo de pensamiento: “El descanso, debemos recordar, no es un domingo en la tarde sin hacer nada, pero la preservación de la libertad, de educación y cultura y de una humanidad plena que ve el mundo en su totalidad.”
En cualquier temporada, el tomarse una vacación formal parece ser un lujo que no podemos costear, pero para tres individuos cuyas vidas parecen ubicarse en puntos muy diferentes en la revelación continua contemplativa, revelan a su propio estilo la libertad y el buen sentido que nos debe inspirar a seguir y preservar el espíritu del Día de Descanso de descanso santo y contemplación.
La primera es Santa Teresa de Lisieux, de quien celebramos en este Año Jubilar 2025 los 100 años de su canonización. Teresa fue admitida en el monasterio Carmelita cuando tenía solamente 15 años. Fue una respuesta al gran deseo de su corazón de estar con sus hermanas mayores quienes habían entrado antes que ella, para contemplar al Señor día y noche y para estar junto al amado de su alma, Jesús. Pero no importe a donde vayamos, no podemos escapar de nosotros – ella no pudo escapar de sí misma, sus propias debilidades y limitaciones psicológicas. Su obediencia impecable a las reglas de la comunidad, su inclinación hacia el perfeccionismo extremo resultó en una obstinada tendencia a tratar la fe con un cierto tipo de obstinación terapéutica.
Aún así, en retrospectiva, qué rápidamente convirtió Dios su deseo por la santidad a una constante humildad y confianza en la misericordia de Dios. En un corto periodo, Teresa dejó a un lado su perpetuo desánimo y fijó su mirada, sus deseos en Jesús, tanto en el Santo Niño y en el Sufriente Servidor del Divino Rostro.
La gran visión y sabiduría de Teresa compraron a un gran precio su propio y total abandono a Dios con la confianza y esperanza de que Jesús es amado plenamente cuando nos permitimos ser amados por él. Un corazón puro es el fruto, n de un programa de auto negación, aunque esto se lleva a cabo por el amor, pero una confianza y esperanza plenas que nacen de la oración y que consisten principalmente, como lo observó su tocaya Teresa de Ávila, en el intercambio de la amistad.
La segunda persona es nuestro Santo Padre, el Papa León XIV. Desde el momento de su elección a la Silla de San Pedro, se encarreró rápidamente y a llevado a cabo una formidable agenda en donde administra sacramentos, lleva a cabo audiencias públicas y privadas, coordina las respuestas a las 220 libras de correspondencia que recibe diariamente y tomando la estafeta de su predecesor, el Papa Francisco, para las celebraciones del Año del Jubileo.
Pero, en contraste con su predecesor, León retomó una antigua tradición papal de aventurarse a las hermosas Montañas Albanas al sureste de Roma a la residencia veraniega de Castel Gandolfo en semanas intermitentes de relajamiento y descanso, lo cual incluye celebrar Misas Dominicales en las parroquias locales. Probablemente jugará algunos sets de tenis, o aproveche para nadar en la piscina que instaló San Juan Pablo II quien, en respuesta a las críticas por su costo, dijo que “fue más barata que tener otro cónclave.”
Finalmente, él no sea probablemente candidato para esta columna, pero el letrado chileno del siglo XX, diplomático y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1971, Pablo Neruda, a pesar de nos ser muy religioso, portaba un espíritu casi infantil de maravilla y contemplación que radiaba en sus poesías, ensayos y demás obras. Su amada residencia en la costa chilena, Isla Negra, fue su viuda en el Océano Pacífico y el mundo de donde recibió sus inspiraciones diarias. Junto a su esposa Matilde, durante décadas recaudó numerosos objetos de arte e incluso más amigos y conocidos quienes lo recibía en ese punto de retiro ideal del resto del mundo.
Un objeto curioso en Isla Negra la casa de Neruda no tiene valor alguno, pero es una vieja prensa mecánica que se utilizaba para hacer ostias Eucarísticas. Uno se preguntaría por qué le llamó la atención esta pieza, pero ese es un secreto que Neruda se llevó a la tumba. Podría suponer, sin embargo, que la prensa sirve como un símbolo que puede ser punto de referencia para todos nosotros en nuestro propio ritmo de vida, trabajo y santo descanso. Porque ya sea que seamos granjeros, padres en casa, artistas o empleados en los sectores de informática, construcción u hospitalidad en nuestra sociedad, todo lo que hacemos nos lleva ultimadamente a “eso” que forma e integra la base de la vida Eucarística. Porque es sagrado en la Alabanza, preeminente en la Misa como una expresión del día de descanso, en donde todos lo que somo y hacemos tomas su lugar correspondiente como el acto que corona la verdadera vida humana, en donde la imagen de Dios se impregna en nosotros y nos alivia, dentro y fuera de las estaciones.
La Diócesis de Des Moines se une al pueblo de la Diócesis de Davenport y de toda la Provincia de Iowa para felicitar el Obispo Electo Thomas Hennen, nativo de Ottumwa y vicario general de la Diócesis de Davenport y a la vez rector de la Catedral del Sagrado Corazón, a quien el Papa León XIV ha designado como sucesor del Obispo Liam Cary como el próximo obispo de la Diócesis de Baker, Oregón. Baker es considerada como una diócesis misionera, y nos da gusto que el “Padre Thom” asumirá esta misión que le ha confiado el Señor y su Iglesia que, aunque vemos que tiene 47 años (¡y es nacido el 4 de julio!) esperamos en Dios que el Obispo Electo Hennen pueda servir más de tres décadas como sucesor de los apóstoles. Parece que el estado de Iowa no solamente provee el 10% de los alimentos del país, ¡pero también produce obispos! Por favor sigamos en oración – tal vez hacer un sexto misterio en el Rosario por las vocaciones – para que Dios siga dándonos sacerdotes de las cuatro diócesis de nuestro estado, y ¡que algunos puedan ser llamados a ser misioneros más allá de nuestras fronteras!